lunes, 17 de agosto de 2015

Mi GP Canal de Castilla 2015: “Un día cruzado”.






Quiero dejar claro para todos aquellos que duden si probar un año con el GPCC que mi experiencia este año no puede ser tomada de referencia, si bien no por ello voy a cambiar o no dar tal y como fueron mis impresiones.

Como he hecho todos los años hasta ahora, tanto quedadas informales como marchas, he participado , y con la misma ilusión que otros años he entrenado.

Como siempre me gusta premiar el esfuerzo de los organizadores y apoyar ideas como estas que traten de unir ciclismo y patrimonio buscando la esencia del ciclismo épico y el verdadero cicloturismo, así como el hecho de que la organización nos perdonara la inscripción el primer año a los que fuimos pioneros. Este año he podido conocer otro tipo de organizaciones que con muchos más medios van muy a la zaga. Así que escribo esto para que la organización, por lo que le pueda ser de utilidad, y todo aquel que le interese conozca mis impresiones.

No llevaba menos Km que la pasada temporada, más bien al contrario, en mi caso muy pocos, nunca llego a los 2000 antes del día de la marcha, pero si es cierto que este año por diversas circunstancias muchos de esos Km fueron en salidas más cortas y acompañado, a veces de paseo. Eso no quita que hiciese próximo a la fecha mis dos o tres entrenamientos de calidad para coger el fondo suficiente y fuí con un entrenamiento largo casi calcado y de similar media que el año anterior, con lo cual en teoría llegaba igual, tampoco mejor, que este año hubiese sido necesario.

Esta vez las predicciones daban viento en la misma dirección, pero un poco menos que el pasado y sin lluvia, ni excesivo calor del que a veces hay por esa zona, y además más participantes, con lo cual creí que si bien el recorrido era un poco más duro, mi preparación era de sobra, pues el año anterior aun con la lluvia y el barro y algún imprevisto me sobró bastante tiempo.

Pero no fue así y por vez primera que me apunto a una marcha abandoné, no solo no iba a llegar en tiempo sino que ya bastante antes había hecho crack y apenas podía dar pedales.

Y en esto hay una parte debida a la marcha en sí, que este año fue más dura, y otra que respecta a mí, diversas pequeñas circunstancias que se fueron sumando y que me impidieron rendir mejor, y que en muchos casos fueron simplemente mala suerte o que es de esos días que uno no sabe bien por qué, le salen a uno cruzado, como indica el título de mi entrada.

En principio mi novia vendría conmigo y así aprovecharía la visita al museo del pan que los organizadores habían programado para los acompañantes y haría algunas fotos del evento. Finalmente por temas de trabajo no pillaba muy bien y al final vine solo y decidí a última hora ir desde su piso en Burgos y no dormir en Medina, ya que el año anterior por el calor de la habitación que me tocó y los nervios no dormí nada y pensé que no era tan importante. Me levanté con tiempo, sin dormir mucho, pero algo sí, había que llegar a las 7 y media a Medina, y por apurar la batería del móvil me lo dejé enchufado en la cocina. El caso es que me di cuenta a los 10 Km y tuve que volver, pero eso ya me hizo ir deprisa y con cierta tensión.

Llegue a tiempo para coger el dorsal, pero al ir a ponerlo me corté con la tijera, lo cual me retrasó un poco, y justo cuando voy a la salida debía ir al baño, y tuve que ir al polideportivo, fui con prisas y al ir a beber agua, el suelo estaba lleno de agua al ser una zona de duchas, resbale con las zapatillas ciclistas y me di un fuerte golpe en el pecho contra el suelo, que en todo caso no di mucha importancia al principio. Hice toda la prueba con ese dolor, y una semana más tarde como lejos de pasárseme iba quizá a más, fui a la médica que me mando de urgencias a Burgos y me hicieron unas radiografías. Tenía un hematoma y ya, nada importante, me recetaron ibuprofeno y que no forzase esa zona, y el ibuprofeno no lo tomé como me dijeron pero lo use varios días para dormir porque sí, hasta hoy mismo me ha estado molestando, justo un mes, como me dijo la médica que me estaría doliendo (aunque yo creía que exageraba)…así que es una primera cosa que quizá me pudo influir ya que me molestaba al presionar la mano izquierda al manillar, sobre todo al levantarme. Y bueno, todo golpe se paga.

Bueno, pues llegue a tiempo ya que se salió con dos minutos de retraso, aunque salí de los últimos.

El viento de costado favorable pronto empezó a cortar la cosa… Sabía que la marcha iba neutralizada, pero no muy bien como, ya que este año no había oído el discurso de Victor,  así que dudaba entre apretar para coger al pelotón y así ir aunque a buen ritmo subiendo, más protegido. o quedarme en un gruppeto trasero y evitar darme el calentón, pero al final más tiempo dando pedales y menos protegido. Al final ni una cosa ni otra, pero cuando al fin cojo al grupo, pues empiezan bajada que al ser neutralizadas se iba muy despacio y los lugares que yo tengo para remontar no podía usarlos, así que para mí era como si la marcha tuviese 5 km más si me frenan en los descensos.

Al final se paró para unificarnos a todos y estuvimos un buen rato parados. La verdad es que a mi juicio la Guardia Civil en esto hace las cosas muy mal, debieran entender que una bici corre mucho más bajando que subiendo al menos y que si quieren que no se desperdigue, que vayan un poco mas despacio subiendo y más deprisa bajando pq sino se retrasa mucho la marcha y así no habría que parar.

Al final ya nos soltaron, la cosa empezó a disgregarse, y llegamos al primer avituallamiento. Aquí había aquarius, pero yo por la mañana lo que quiero es cafeína para ir despertando ya que aun no hacía calor, así que no cogí. Comí de una sabrosa sandia y poco más,  cogí líquidos y tire para adelante. Llega el primer tramo de “sterrato”, una novedad, “Las Bodegas”. Parecía recién echada una capa, así que era todo piedra suelta, nada más entrar mi fina rueda se me clavó y me costó aguantar el equilibrio. Más tarde ya estaba mejor pero como se ve en el video fui muy cuadrado mientras veía que me pasaban como aviones, especialmente el leones “Visko” y su hermano que llevaban bicis antiguas, pero con unas ruedas mucho más apropiada para ese terreno que las mías; 800 metros que se me hiceron eternos.

Autor, Carmelo (Torres de Asfalto). Servidor en el tramo de las bodegas


Pasado ese tramo me vi con un grupo de gente bastante buena, e intenté aguantar con ellos al ser un terreno más bien favorable y así ir ganando tiempo.

Llegamos al segundo tramo de sterrato, el de Corcos, esta vez ya una sirga, en el Canal. Lo disfrute tanto como el año pasado, y uno de mis objetivos al llevar por vez primera una cámara más o menos “go pro” era el poder grabar en estos tramos a gran velocidad.  Estaba en buen estado, si bien se notaba la sequia respecto al año anterior, y el suelo tenía algo más piedra suelta. Pero aun así con mi bici se podía correr, además aquí el viento ayudaba, si bien este año nunca realmente ayudó del todo, siempre parecía dar algo de costado en el mejor de los casos.

Salí y creo que iba con otros tres, es difícil situar donde va uno, ya que creo que hay gente que no paró en el primer avituallamiento, pero yo debía ir aun bastante delante.

Llevaba un tiempo que el pie me bailaba, como si la cala no fuese bien, e igualmente me fallaba algo la manilla donde va el freno y no me dejaba levantarme bien, quizá porque al no poder hacer fuerza con la izquierda por mi caída, hacia toda con la derecha y lo forcé. 

Al final, en el repecho de Cubillas de Santa Marta mi cala se quedó con solo un tornillo y no podía ni dar pedales ni sacarla. Gracias a la ayuda de gente, como se ve en el video, pude solucionarlo, aunque tampoco llevaba luego la posición del pie más adecuada.

Así que de ahí hasta el avituallamiento de Dueñas fui con la maneta del freno suelta, el pie en mala postura y  encima, un problema que desde que tengo sillín nuevo me pasa cada x tiempo, el sillín flojo que se me fue hacia atrás. Vamos, que fui varios Km, y encima con varios repechos, biomecánicamente hecho unos zorros, y ya antes no pedaleaba bien con la cala. Eso sí, yo hasta ahora, y sigo cruzando los dedos, en 6 años nunca he pinchado en el Canal.

Atravesamos el tramo de tierra del Castillo de Corcos, bonito, y después casi nos perdemos, pero conocía el trazado y ya dije que no íbamos bien, subimos los repechos, muro,  corto sterrato,  los páramos, ayudados algo por el viento y así hasta la larga bajada a Dueñas, paso por su Arco medieval y avituallamiento dónde dos chicos hicieron un gran trabajo con mi bici, yo me ajuste la cala, y tampoco me la deje del todo bien, pero bueno. El pastel de manzana, que el año anterior no le probé, como bien dijeron, delicioso. Excelente todo el avituallamiento, pero como tenía el día cruzado, ahora que empezaba a hacer calor y ya quería pasar de la  cola y centrarme en el aquarius, ya no había. La bebida estaba fresca, pero el sol daba de continuo y en unos 15 minutos se calentaba, cuando entre avituallamiento y avituallamiento hay en torno a una hora (no es un reproche a la organización que bastante hace teniendo bebida fría, además vi que hay gustos para todo, pero si es una realidad) Y bueno, yo soy de los que si no voy refrigerado, y da el sol aunque no haga un calor excesivo, no voy.

Salí pero como iba grabando, quería hacer la subida dura, ese corto repecho que llegará hasta un 20 % en hormigón rayado, con gente, pues espere un par de minutos. Con esta cámara salen mejores videos y se puede ir a toda velocidad grabando, pero también cuesta más ponerla y quitarla y a veces los sitios que mas quieres grabar no salen por tocar un botón sin querer como me pasó tanto en el Arco de Dueñas como en el foso del Castillo de Ampudia, una pena.

Bueno, pues pude grabar eso, pero en la bajada otro infortunio, cuando iba todo lanzado debí frenar ya que se me cayó el cuentakilómetros, así que esfuerzo añadido y tiempo perdido. Pequeñas cosas que todas van sumando.

Subir en bici el repecho de “Soto de Albures” imposible, demasiada piedra suelta para mi bici, pero todo este tramo de Canal de Dueñas a Palencia no le vi en peor estado que el año anterior, tampoco mejor, lo que si note diferencia es que el viento se notaba y sobre todo al final hacia más dura la marcha, cuando se supone que más o menos el viento iba a ser en la misma dirección.

Esta vez sí pude grabar los baches de la parte final de ese tramo, pero se podía andar rápido por ahí, con cierta técnica, eso sí. Poco antes vi a Fran que iba a pie, uno de los participantes míticos, que junto a mi había salido en todas las marchas y quedadas. Éramos los dos únicos, y a diferencia mía terminó todos, pero esta vez, no terminamos ninguno de los dos, una ciada que no fue su culpa, le evito terminar, pues tenía la muñeca dañada, le pregunté qué pasaba pero más tarde me dijo que no me oyó. Al menos en Palencia le dije a Víctor que venía andando y no demasiado lejos y en meta tras comer le di un ibuprofeno.

En la Dársena de Palencia, otro tramo añadido respecto al pasado año, que yo  conocía bien de otras veces y de que viví en Palencia siete meses, quise grabar un tramo a “gran” velocidad, pues ahí el piso está bien y se puede. Como siempre estaba precioso. Quizá yo ya no estaba para esos trotes, pero aunque ya notaba fatiga muscular, no era muy consciente y merecía la pena apretar para el video. De nuevo en Palencia no había aquarius (siempre justo se acababa de terminar), y eso ya iba a ser un problema para mí. Ahora ya hacía calor de verdad (aunque no la ola de calor que se vivió días antes en toda España).



Al salir, las piernas pesaban por el plácido sentido contrario de la Dársena palentina, donde los árboles se miraban al espejo en las calmadas aguas del Canal, y el juego de sombras y luces, junto a los ánades reales que se adueñaban del lugar, y los campos violetas de lavanda que adornaban al otro lado parecían un oasis de paz y disfrute en medio de un desierto de esfuerzo que ya se dejaba notar tras el pequeño parón. Era solo un espejismo, salir a la carretera fue enfrentarse a toda la fuerza de Eolo justo en la dirección apuesta en que este soplaba, y así seria por muchos Km, hasta el final, con muy leves excepciones que no daría totalmente frontal. 

Había que subir del valle al páramo a través del Alto de Autilla, lo cual con ese viento era como el pasado año una odisea. EI cuenta kms me decía que iba un pelín más rápido que el año anterior, quizá porque iba a rueda de tres, pero mis sensaciones eran si cabe peores. Este año el avituallamiento estaba abajo, un lugar más apropiado y bonito, en vez de arriba, un lugar poco apropiado, pero a nivel deportivo lo hubiese preferido arriba, así hubiese subido con el bidón menos lleno y sin el parón. La dársena de Palencia es muy bonita, no es larga, da la sombra,  tiene un buen piso (aunque no deja de ser tierra), pero aunque no lo parezca endurece  la prueba, por añadir 3 km de tierra y por ser el avituallamiento abajo.

Una vez se corona no hay descanso, toca lidiar en el llano con la enorme fuerza del viento, que parecía mucho más fuerte que lo que las predicciones habían dado, y si, por lo que pude luego informarme, así era, incluso mas fuerte que el año anterior.

El ritmo del grupito no era muy rápido, pero con ese viento era exigente, y si me quedaba, iría como mucho la mitad de rápido, así que uno no abe que hacer, iba bastante al límite y la parte de arriba del muslo me dolía y empezaba a tener calambres (además del pecho claro, que me dolió todo el tiempo). Vi a alguien bebiendo en una fuente, en Santa Marina del Alcor, dudé si parar, pero al final, y fue un error, no lo hice, no quería abandonar mi grupito.

Sabía que cuando llegase la nueva cota de los molinos, que sin conocerla in situ sabia que tenia rampas duras, iba a petar malamente, y así fue, cuando paré tenia calambres que no me permitían ni siquiera anda , ni sentarme, ni siquiera estar del todo de pie, estuve un poco flexionado un rato, por suerte no llegaron a ser tan fuertes como para dejarme tirado en el suelo con un gran dolor, cosa que ya me pasó una vez. Una pena no poder parar en sombra, en breve pude reanudar la marcha a pie, mientras veía como otros iban pasando y perdía tiempo. Aun no daba por imposible terminar, si bien era consciente de que era lo más probable, siempre y cuando tras avituallarme en Ampudia me sintiese bien y pudiese coger un grupito para hacer unos Km acompañado. ¡Pero buff!, el tramo de sterrato entre aerogeneradores eólicos se hacía interminable, mi boca estaba seca y mis piernas iban malamente, los molinos parecían gigantes que esta vez a diferencia de a Don Quijote, me habían derrotado. Por si fuera poco la carretera asfaltada de bajada a Ampudia obligaba a frenar y a coger bien el manillar, pues era muy botosa y lo noté bastante en mi pecho dolorido… Llegue al avituallamiento sin mucho que ofrecer sobre la bici, pero con la esperanza de reponerme y poder seguir. Ya no había tiempo con este viento de llegar en hora, pero si al menos terminar sin mucho tiempo perdido, pues en el avituallameinto  había unos cuantos y por detrás venían más. 

Así que había que intentarlo, aquí ya pude beber aquarius, comí bien y a ver que pasaba…No venia nadie así que pare a mear antes del pavé del Castillo, y cuando venían dos participantes, un vehículo había tapado la flecha y no sabían por dónde ir, les indiqué y arranqué, me puse a grabar, pero algo hice mal ya que justo antes de pasar el Castillo vi luego que no se grabó todo.


Pasé el siguiente sterrato, a ratos en mal estado, en compañía, y al salir a la carretera, poco más adante, en un leve repecho vi que no tenía piernas, no había otra opción, quedaban 30 Km en su mayor parte de sterrato y con tramos de mucho viento y era imposible, incluso me costó hacer los dos Km de vuelta a Ampudia que se suponen eran viento más bien a favor. Con esos 2 km hice 140 km en total.

Allí el bus escoba se acababa de ir, pero volvieron a por mí, la bici se la llevaron antes en un remolque junto a varias más. Así que bueno, como lado positivo pude ver como se vive desde la organización el final de prueba y como finalmente debieron quitar el dorsal a los últimos ya que protección civil ya no podía estar más tiempos, algunos abandonaron y otros siguieron por la carretera en vez de por al Canal hasta meta.

También pudimos ver desde el minibús de pleno una boda que ese día se celebraba en el Castillo de Ampudia, la típica boda llena de pamelas y glamour.

Días así uno se da cuenta del merito de acabar otras veces y es cuando se valora lo duro de este deporte y que “el Canal”, si bien es un ambiente cicloturista y no competitivo, y se adapta bien a mis características actuales, es una prueba como ya se advierte en la web, exigente que implica llegar en buena forma y tener un buen día sin muchos factores en contra.

Cuando Víctor me preguntó por qué este año se había hecho más duro, cuando en teoría no debiera ser así, tampoco sabía bien que contestar, pero ahora viendo en perspectiva haré una lista de factores que creo jugaron al menos en mi caso en contra, como ya he dicho tanto ajenos al Canal como de la prueba en sí, respecto a los dos años anteriores, especialmente a 2014 ya que el recorrido era casi el mismo, si bien en general ya les he mencionado.

El primero es que no era el mismo recorrido, Visko me dijo que en 2014 le salieron 162 Km y que este 168.

Y no es que fuese solo más largo sino que había bastante mas sterrato, y debido a la sequía, en peor estado, y también había más desnivel al añadir la cota de los Molinos.

El recorrido por tanto de por si era más duro, no un “pelín” más duro, sino apreciablemente más duro, con las mismas 8 horas de tiempo bruto para hacerlo, contando parones y demás.

El segundo es que el viento fue incluso más fuerte y aunque la dirección fue muy similar, molestó más en algunos tramos respecto al año anterior. En todo caso el viento no fue muy diferente al año anterior que también fue duro y me cuesta creer que como algunos dijeron fuese el factor fundamental, aunque yo lo sentí como muy fuerte, tanto como la primera edición donde casi te tiraba de la bici, pero no me puedo fiar del todo de mis impresiones este año al tener el día cruzado.

El calor y el sol, 20 grados y nublado era mucho mejor que 32 grados de máxima (a la sombra) y con sol, al menos hasta llegar a Ampudia, luego ya el año pasado con la lluvia el final si se hizo duro, pero había fuerzas para terminar.

No pillé aquarius hasta el final, así que unido a lo anterior, hacia que con agua o coca cola caliente poco más tarde de los avituallamientos pues no terminase de carburar, llevo mucho mejor el frío siempre y cuando no me congele los pies.

Es cierto que la edición de 230 Km también hizo un calor similar, pero diría que hubo algunas zonas mas sombrías de canal. Había mas km, pero también 12 horas para hacerlo y sin neutralizar al comienzo. Se podía terminar con menos media. ( y para esa kilometrada me preparé más el fondo, obviamente).

Luego bueno, todas las cosas que me pasaron: problemas con la bici, la posición, el dolor del pecho por el golpe que llevaba,… cosillas que fui acumulando y que a vece tuvieron un efecto sinérgico para otra.

El llevar la cámara, es poca cosa pero es un peso más y menos aerodinámica, que con este viento todo se nota.

Paradas que "por a o por b" tuve que hacer y me retrasaron, que ya he comentado.

Diría que este año el nivel de la prueba era un poco superior a otras veces, se vio gente bastante preparada, aunque había de todo.

En resumidas cuentas, día que empecé y terminé cruzado, pero que aunque disfruté menos que otros años, igualmente tuve muchos ratos para disfrutar del recorrido, de la esencia de la prueba, de conocer gente y charlar,  y espero que el vídeo sirva a algunos participantes para verse, para mostrar como es el sterrato del canal y como circulamos por él ahora que ya puedo grabar con las dos manos en el manillar, para ver la buena organización, y como son las novedades del recorrido.

Debo decir que independientemente de mis impresiones y que habrá de todo, la gran mayoría de comentarios que oí fueron buenos, y la gente nueva quedo agradada, aunque en general todos coincidían en que se hizo duro sobre todo por el viento.


Me duele no haber terminado para poder mostrar el tramo de sterrato final, él más bonito.

Incluso para editar el vídeo me salió todo bastante cruzado, tenia 52 minutos de vídeo y no era fácil seleccionar,  y el programa no ha dejado de darme problemas, así que unido a al fechas y otros compromisos ha retrasado un poco u publicación.



Al volver, muy cerca de por donde pasa la prueba, me lleve una alegría ya que pude ver un grupo de avutardas sobrevolando la carretera que se posaron cerca en un barbecho y paré para ver con los prismáticos. Todo un placer ver a esas enormes aves, las más pesadas que pueden volar y que son aves típicas y protegidas de estas estepas.

Mucho más no puedo añadir en esta ocasión, como ya he dicho no se puede tomar mi experiencia de referencia, es una prueba exigente que con buenas piernas se puede disfrutar, aunque no hace falta ser ningún portento de la bici para terminarlo, como prueba que la edición de 230 Km, con un enorme viento, la terminó un señor de 72 años (aunque es un portento, claro está, nos entendemos). Es una prueba que exige tener fondo, eso sí.

Si otro año estoy preparado espero volver, aunque como siempre, hay que estudiar diversas cosas, y puedo tener otros compromisos o motivaciones para esas fechas. 

Normalmente Junio y primeros de Julio es cuando mejor me pilla para entrenamientos largos, lo cual me influye en participar, aunque no tanto como me gustaría.

Un saludo y enhorabuena todos los que pudisteis terminar en tiempo esta y a los demás por intentarlo.

Este es el video que pude grabar:

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