lunes, 17 de agosto de 2015

Mi GP Canal de Castilla 2015: “Un día cruzado”.






Quiero dejar claro para todos aquellos que duden si probar un año con el GPCC que mi experiencia este año no puede ser tomada de referencia, si bien no por ello voy a cambiar o no dar tal y como fueron mis impresiones.

Como he hecho todos los años hasta ahora, tanto quedadas informales como marchas, he participado , y con la misma ilusión que otros años he entrenado.

Como siempre me gusta premiar el esfuerzo de los organizadores y apoyar ideas como estas que traten de unir ciclismo y patrimonio buscando la esencia del ciclismo épico y el verdadero cicloturismo, así como el hecho de que la organización nos perdonara la inscripción el primer año a los que fuimos pioneros. Este año he podido conocer otro tipo de organizaciones que con muchos más medios van muy a la zaga. Así que escribo esto para que la organización, por lo que le pueda ser de utilidad, y todo aquel que le interese conozca mis impresiones.

No llevaba menos Km que la pasada temporada, más bien al contrario, en mi caso muy pocos, nunca llego a los 2000 antes del día de la marcha, pero si es cierto que este año por diversas circunstancias muchos de esos Km fueron en salidas más cortas y acompañado, a veces de paseo. Eso no quita que hiciese próximo a la fecha mis dos o tres entrenamientos de calidad para coger el fondo suficiente y fuí con un entrenamiento largo casi calcado y de similar media que el año anterior, con lo cual en teoría llegaba igual, tampoco mejor, que este año hubiese sido necesario.

Esta vez las predicciones daban viento en la misma dirección, pero un poco menos que el pasado y sin lluvia, ni excesivo calor del que a veces hay por esa zona, y además más participantes, con lo cual creí que si bien el recorrido era un poco más duro, mi preparación era de sobra, pues el año anterior aun con la lluvia y el barro y algún imprevisto me sobró bastante tiempo.

Pero no fue así y por vez primera que me apunto a una marcha abandoné, no solo no iba a llegar en tiempo sino que ya bastante antes había hecho crack y apenas podía dar pedales.

Y en esto hay una parte debida a la marcha en sí, que este año fue más dura, y otra que respecta a mí, diversas pequeñas circunstancias que se fueron sumando y que me impidieron rendir mejor, y que en muchos casos fueron simplemente mala suerte o que es de esos días que uno no sabe bien por qué, le salen a uno cruzado, como indica el título de mi entrada.

En principio mi novia vendría conmigo y así aprovecharía la visita al museo del pan que los organizadores habían programado para los acompañantes y haría algunas fotos del evento. Finalmente por temas de trabajo no pillaba muy bien y al final vine solo y decidí a última hora ir desde su piso en Burgos y no dormir en Medina, ya que el año anterior por el calor de la habitación que me tocó y los nervios no dormí nada y pensé que no era tan importante. Me levanté con tiempo, sin dormir mucho, pero algo sí, había que llegar a las 7 y media a Medina, y por apurar la batería del móvil me lo dejé enchufado en la cocina. El caso es que me di cuenta a los 10 Km y tuve que volver, pero eso ya me hizo ir deprisa y con cierta tensión.

Llegue a tiempo para coger el dorsal, pero al ir a ponerlo me corté con la tijera, lo cual me retrasó un poco, y justo cuando voy a la salida debía ir al baño, y tuve que ir al polideportivo, fui con prisas y al ir a beber agua, el suelo estaba lleno de agua al ser una zona de duchas, resbale con las zapatillas ciclistas y me di un fuerte golpe en el pecho contra el suelo, que en todo caso no di mucha importancia al principio. Hice toda la prueba con ese dolor, y una semana más tarde como lejos de pasárseme iba quizá a más, fui a la médica que me mando de urgencias a Burgos y me hicieron unas radiografías. Tenía un hematoma y ya, nada importante, me recetaron ibuprofeno y que no forzase esa zona, y el ibuprofeno no lo tomé como me dijeron pero lo use varios días para dormir porque sí, hasta hoy mismo me ha estado molestando, justo un mes, como me dijo la médica que me estaría doliendo (aunque yo creía que exageraba)…así que es una primera cosa que quizá me pudo influir ya que me molestaba al presionar la mano izquierda al manillar, sobre todo al levantarme. Y bueno, todo golpe se paga.

Bueno, pues llegue a tiempo ya que se salió con dos minutos de retraso, aunque salí de los últimos.

El viento de costado favorable pronto empezó a cortar la cosa… Sabía que la marcha iba neutralizada, pero no muy bien como, ya que este año no había oído el discurso de Victor,  así que dudaba entre apretar para coger al pelotón y así ir aunque a buen ritmo subiendo, más protegido. o quedarme en un gruppeto trasero y evitar darme el calentón, pero al final más tiempo dando pedales y menos protegido. Al final ni una cosa ni otra, pero cuando al fin cojo al grupo, pues empiezan bajada que al ser neutralizadas se iba muy despacio y los lugares que yo tengo para remontar no podía usarlos, así que para mí era como si la marcha tuviese 5 km más si me frenan en los descensos.

Al final se paró para unificarnos a todos y estuvimos un buen rato parados. La verdad es que a mi juicio la Guardia Civil en esto hace las cosas muy mal, debieran entender que una bici corre mucho más bajando que subiendo al menos y que si quieren que no se desperdigue, que vayan un poco mas despacio subiendo y más deprisa bajando pq sino se retrasa mucho la marcha y así no habría que parar.

Al final ya nos soltaron, la cosa empezó a disgregarse, y llegamos al primer avituallamiento. Aquí había aquarius, pero yo por la mañana lo que quiero es cafeína para ir despertando ya que aun no hacía calor, así que no cogí. Comí de una sabrosa sandia y poco más,  cogí líquidos y tire para adelante. Llega el primer tramo de “sterrato”, una novedad, “Las Bodegas”. Parecía recién echada una capa, así que era todo piedra suelta, nada más entrar mi fina rueda se me clavó y me costó aguantar el equilibrio. Más tarde ya estaba mejor pero como se ve en el video fui muy cuadrado mientras veía que me pasaban como aviones, especialmente el leones “Visko” y su hermano que llevaban bicis antiguas, pero con unas ruedas mucho más apropiada para ese terreno que las mías; 800 metros que se me hiceron eternos.

Autor, Carmelo (Torres de Asfalto). Servidor en el tramo de las bodegas


Pasado ese tramo me vi con un grupo de gente bastante buena, e intenté aguantar con ellos al ser un terreno más bien favorable y así ir ganando tiempo.

Llegamos al segundo tramo de sterrato, el de Corcos, esta vez ya una sirga, en el Canal. Lo disfrute tanto como el año pasado, y uno de mis objetivos al llevar por vez primera una cámara más o menos “go pro” era el poder grabar en estos tramos a gran velocidad.  Estaba en buen estado, si bien se notaba la sequia respecto al año anterior, y el suelo tenía algo más piedra suelta. Pero aun así con mi bici se podía correr, además aquí el viento ayudaba, si bien este año nunca realmente ayudó del todo, siempre parecía dar algo de costado en el mejor de los casos.

Salí y creo que iba con otros tres, es difícil situar donde va uno, ya que creo que hay gente que no paró en el primer avituallamiento, pero yo debía ir aun bastante delante.

Llevaba un tiempo que el pie me bailaba, como si la cala no fuese bien, e igualmente me fallaba algo la manilla donde va el freno y no me dejaba levantarme bien, quizá porque al no poder hacer fuerza con la izquierda por mi caída, hacia toda con la derecha y lo forcé. 

Al final, en el repecho de Cubillas de Santa Marta mi cala se quedó con solo un tornillo y no podía ni dar pedales ni sacarla. Gracias a la ayuda de gente, como se ve en el video, pude solucionarlo, aunque tampoco llevaba luego la posición del pie más adecuada.

Así que de ahí hasta el avituallamiento de Dueñas fui con la maneta del freno suelta, el pie en mala postura y  encima, un problema que desde que tengo sillín nuevo me pasa cada x tiempo, el sillín flojo que se me fue hacia atrás. Vamos, que fui varios Km, y encima con varios repechos, biomecánicamente hecho unos zorros, y ya antes no pedaleaba bien con la cala. Eso sí, yo hasta ahora, y sigo cruzando los dedos, en 6 años nunca he pinchado en el Canal.

Atravesamos el tramo de tierra del Castillo de Corcos, bonito, y después casi nos perdemos, pero conocía el trazado y ya dije que no íbamos bien, subimos los repechos, muro,  corto sterrato,  los páramos, ayudados algo por el viento y así hasta la larga bajada a Dueñas, paso por su Arco medieval y avituallamiento dónde dos chicos hicieron un gran trabajo con mi bici, yo me ajuste la cala, y tampoco me la deje del todo bien, pero bueno. El pastel de manzana, que el año anterior no le probé, como bien dijeron, delicioso. Excelente todo el avituallamiento, pero como tenía el día cruzado, ahora que empezaba a hacer calor y ya quería pasar de la  cola y centrarme en el aquarius, ya no había. La bebida estaba fresca, pero el sol daba de continuo y en unos 15 minutos se calentaba, cuando entre avituallamiento y avituallamiento hay en torno a una hora (no es un reproche a la organización que bastante hace teniendo bebida fría, además vi que hay gustos para todo, pero si es una realidad) Y bueno, yo soy de los que si no voy refrigerado, y da el sol aunque no haga un calor excesivo, no voy.

Salí pero como iba grabando, quería hacer la subida dura, ese corto repecho que llegará hasta un 20 % en hormigón rayado, con gente, pues espere un par de minutos. Con esta cámara salen mejores videos y se puede ir a toda velocidad grabando, pero también cuesta más ponerla y quitarla y a veces los sitios que mas quieres grabar no salen por tocar un botón sin querer como me pasó tanto en el Arco de Dueñas como en el foso del Castillo de Ampudia, una pena.

Bueno, pues pude grabar eso, pero en la bajada otro infortunio, cuando iba todo lanzado debí frenar ya que se me cayó el cuentakilómetros, así que esfuerzo añadido y tiempo perdido. Pequeñas cosas que todas van sumando.

Subir en bici el repecho de “Soto de Albures” imposible, demasiada piedra suelta para mi bici, pero todo este tramo de Canal de Dueñas a Palencia no le vi en peor estado que el año anterior, tampoco mejor, lo que si note diferencia es que el viento se notaba y sobre todo al final hacia más dura la marcha, cuando se supone que más o menos el viento iba a ser en la misma dirección.

Esta vez sí pude grabar los baches de la parte final de ese tramo, pero se podía andar rápido por ahí, con cierta técnica, eso sí. Poco antes vi a Fran que iba a pie, uno de los participantes míticos, que junto a mi había salido en todas las marchas y quedadas. Éramos los dos únicos, y a diferencia mía terminó todos, pero esta vez, no terminamos ninguno de los dos, una ciada que no fue su culpa, le evito terminar, pues tenía la muñeca dañada, le pregunté qué pasaba pero más tarde me dijo que no me oyó. Al menos en Palencia le dije a Víctor que venía andando y no demasiado lejos y en meta tras comer le di un ibuprofeno.

En la Dársena de Palencia, otro tramo añadido respecto al pasado año, que yo  conocía bien de otras veces y de que viví en Palencia siete meses, quise grabar un tramo a “gran” velocidad, pues ahí el piso está bien y se puede. Como siempre estaba precioso. Quizá yo ya no estaba para esos trotes, pero aunque ya notaba fatiga muscular, no era muy consciente y merecía la pena apretar para el video. De nuevo en Palencia no había aquarius (siempre justo se acababa de terminar), y eso ya iba a ser un problema para mí. Ahora ya hacía calor de verdad (aunque no la ola de calor que se vivió días antes en toda España).



Al salir, las piernas pesaban por el plácido sentido contrario de la Dársena palentina, donde los árboles se miraban al espejo en las calmadas aguas del Canal, y el juego de sombras y luces, junto a los ánades reales que se adueñaban del lugar, y los campos violetas de lavanda que adornaban al otro lado parecían un oasis de paz y disfrute en medio de un desierto de esfuerzo que ya se dejaba notar tras el pequeño parón. Era solo un espejismo, salir a la carretera fue enfrentarse a toda la fuerza de Eolo justo en la dirección apuesta en que este soplaba, y así seria por muchos Km, hasta el final, con muy leves excepciones que no daría totalmente frontal. 

Había que subir del valle al páramo a través del Alto de Autilla, lo cual con ese viento era como el pasado año una odisea. EI cuenta kms me decía que iba un pelín más rápido que el año anterior, quizá porque iba a rueda de tres, pero mis sensaciones eran si cabe peores. Este año el avituallamiento estaba abajo, un lugar más apropiado y bonito, en vez de arriba, un lugar poco apropiado, pero a nivel deportivo lo hubiese preferido arriba, así hubiese subido con el bidón menos lleno y sin el parón. La dársena de Palencia es muy bonita, no es larga, da la sombra,  tiene un buen piso (aunque no deja de ser tierra), pero aunque no lo parezca endurece  la prueba, por añadir 3 km de tierra y por ser el avituallamiento abajo.

Una vez se corona no hay descanso, toca lidiar en el llano con la enorme fuerza del viento, que parecía mucho más fuerte que lo que las predicciones habían dado, y si, por lo que pude luego informarme, así era, incluso mas fuerte que el año anterior.

El ritmo del grupito no era muy rápido, pero con ese viento era exigente, y si me quedaba, iría como mucho la mitad de rápido, así que uno no abe que hacer, iba bastante al límite y la parte de arriba del muslo me dolía y empezaba a tener calambres (además del pecho claro, que me dolió todo el tiempo). Vi a alguien bebiendo en una fuente, en Santa Marina del Alcor, dudé si parar, pero al final, y fue un error, no lo hice, no quería abandonar mi grupito.

Sabía que cuando llegase la nueva cota de los molinos, que sin conocerla in situ sabia que tenia rampas duras, iba a petar malamente, y así fue, cuando paré tenia calambres que no me permitían ni siquiera anda , ni sentarme, ni siquiera estar del todo de pie, estuve un poco flexionado un rato, por suerte no llegaron a ser tan fuertes como para dejarme tirado en el suelo con un gran dolor, cosa que ya me pasó una vez. Una pena no poder parar en sombra, en breve pude reanudar la marcha a pie, mientras veía como otros iban pasando y perdía tiempo. Aun no daba por imposible terminar, si bien era consciente de que era lo más probable, siempre y cuando tras avituallarme en Ampudia me sintiese bien y pudiese coger un grupito para hacer unos Km acompañado. ¡Pero buff!, el tramo de sterrato entre aerogeneradores eólicos se hacía interminable, mi boca estaba seca y mis piernas iban malamente, los molinos parecían gigantes que esta vez a diferencia de a Don Quijote, me habían derrotado. Por si fuera poco la carretera asfaltada de bajada a Ampudia obligaba a frenar y a coger bien el manillar, pues era muy botosa y lo noté bastante en mi pecho dolorido… Llegue al avituallamiento sin mucho que ofrecer sobre la bici, pero con la esperanza de reponerme y poder seguir. Ya no había tiempo con este viento de llegar en hora, pero si al menos terminar sin mucho tiempo perdido, pues en el avituallameinto  había unos cuantos y por detrás venían más. 

Así que había que intentarlo, aquí ya pude beber aquarius, comí bien y a ver que pasaba…No venia nadie así que pare a mear antes del pavé del Castillo, y cuando venían dos participantes, un vehículo había tapado la flecha y no sabían por dónde ir, les indiqué y arranqué, me puse a grabar, pero algo hice mal ya que justo antes de pasar el Castillo vi luego que no se grabó todo.


Pasé el siguiente sterrato, a ratos en mal estado, en compañía, y al salir a la carretera, poco más adante, en un leve repecho vi que no tenía piernas, no había otra opción, quedaban 30 Km en su mayor parte de sterrato y con tramos de mucho viento y era imposible, incluso me costó hacer los dos Km de vuelta a Ampudia que se suponen eran viento más bien a favor. Con esos 2 km hice 140 km en total.

Allí el bus escoba se acababa de ir, pero volvieron a por mí, la bici se la llevaron antes en un remolque junto a varias más. Así que bueno, como lado positivo pude ver como se vive desde la organización el final de prueba y como finalmente debieron quitar el dorsal a los últimos ya que protección civil ya no podía estar más tiempos, algunos abandonaron y otros siguieron por la carretera en vez de por al Canal hasta meta.

También pudimos ver desde el minibús de pleno una boda que ese día se celebraba en el Castillo de Ampudia, la típica boda llena de pamelas y glamour.

Días así uno se da cuenta del merito de acabar otras veces y es cuando se valora lo duro de este deporte y que “el Canal”, si bien es un ambiente cicloturista y no competitivo, y se adapta bien a mis características actuales, es una prueba como ya se advierte en la web, exigente que implica llegar en buena forma y tener un buen día sin muchos factores en contra.

Cuando Víctor me preguntó por qué este año se había hecho más duro, cuando en teoría no debiera ser así, tampoco sabía bien que contestar, pero ahora viendo en perspectiva haré una lista de factores que creo jugaron al menos en mi caso en contra, como ya he dicho tanto ajenos al Canal como de la prueba en sí, respecto a los dos años anteriores, especialmente a 2014 ya que el recorrido era casi el mismo, si bien en general ya les he mencionado.

El primero es que no era el mismo recorrido, Visko me dijo que en 2014 le salieron 162 Km y que este 168.

Y no es que fuese solo más largo sino que había bastante mas sterrato, y debido a la sequía, en peor estado, y también había más desnivel al añadir la cota de los Molinos.

El recorrido por tanto de por si era más duro, no un “pelín” más duro, sino apreciablemente más duro, con las mismas 8 horas de tiempo bruto para hacerlo, contando parones y demás.

El segundo es que el viento fue incluso más fuerte y aunque la dirección fue muy similar, molestó más en algunos tramos respecto al año anterior. En todo caso el viento no fue muy diferente al año anterior que también fue duro y me cuesta creer que como algunos dijeron fuese el factor fundamental, aunque yo lo sentí como muy fuerte, tanto como la primera edición donde casi te tiraba de la bici, pero no me puedo fiar del todo de mis impresiones este año al tener el día cruzado.

El calor y el sol, 20 grados y nublado era mucho mejor que 32 grados de máxima (a la sombra) y con sol, al menos hasta llegar a Ampudia, luego ya el año pasado con la lluvia el final si se hizo duro, pero había fuerzas para terminar.

No pillé aquarius hasta el final, así que unido a lo anterior, hacia que con agua o coca cola caliente poco más tarde de los avituallamientos pues no terminase de carburar, llevo mucho mejor el frío siempre y cuando no me congele los pies.

Es cierto que la edición de 230 Km también hizo un calor similar, pero diría que hubo algunas zonas mas sombrías de canal. Había mas km, pero también 12 horas para hacerlo y sin neutralizar al comienzo. Se podía terminar con menos media. ( y para esa kilometrada me preparé más el fondo, obviamente).

Luego bueno, todas las cosas que me pasaron: problemas con la bici, la posición, el dolor del pecho por el golpe que llevaba,… cosillas que fui acumulando y que a vece tuvieron un efecto sinérgico para otra.

El llevar la cámara, es poca cosa pero es un peso más y menos aerodinámica, que con este viento todo se nota.

Paradas que "por a o por b" tuve que hacer y me retrasaron, que ya he comentado.

Diría que este año el nivel de la prueba era un poco superior a otras veces, se vio gente bastante preparada, aunque había de todo.

En resumidas cuentas, día que empecé y terminé cruzado, pero que aunque disfruté menos que otros años, igualmente tuve muchos ratos para disfrutar del recorrido, de la esencia de la prueba, de conocer gente y charlar,  y espero que el vídeo sirva a algunos participantes para verse, para mostrar como es el sterrato del canal y como circulamos por él ahora que ya puedo grabar con las dos manos en el manillar, para ver la buena organización, y como son las novedades del recorrido.

Debo decir que independientemente de mis impresiones y que habrá de todo, la gran mayoría de comentarios que oí fueron buenos, y la gente nueva quedo agradada, aunque en general todos coincidían en que se hizo duro sobre todo por el viento.


Me duele no haber terminado para poder mostrar el tramo de sterrato final, él más bonito.

Incluso para editar el vídeo me salió todo bastante cruzado, tenia 52 minutos de vídeo y no era fácil seleccionar,  y el programa no ha dejado de darme problemas, así que unido a al fechas y otros compromisos ha retrasado un poco u publicación.



Al volver, muy cerca de por donde pasa la prueba, me lleve una alegría ya que pude ver un grupo de avutardas sobrevolando la carretera que se posaron cerca en un barbecho y paré para ver con los prismáticos. Todo un placer ver a esas enormes aves, las más pesadas que pueden volar y que son aves típicas y protegidas de estas estepas.

Mucho más no puedo añadir en esta ocasión, como ya he dicho no se puede tomar mi experiencia de referencia, es una prueba exigente que con buenas piernas se puede disfrutar, aunque no hace falta ser ningún portento de la bici para terminarlo, como prueba que la edición de 230 Km, con un enorme viento, la terminó un señor de 72 años (aunque es un portento, claro está, nos entendemos). Es una prueba que exige tener fondo, eso sí.

Si otro año estoy preparado espero volver, aunque como siempre, hay que estudiar diversas cosas, y puedo tener otros compromisos o motivaciones para esas fechas. 

Normalmente Junio y primeros de Julio es cuando mejor me pilla para entrenamientos largos, lo cual me influye en participar, aunque no tanto como me gustaría.

Un saludo y enhorabuena todos los que pudisteis terminar en tiempo esta y a los demás por intentarlo.

Este es el video que pude grabar:

lunes, 10 de agosto de 2015

Análisis posterior Vuelta a Burgos 2015, "Un patrimonio muy ciclista".





Cuando conocí el recorrido de la Vuelta a Burgos 2015 no pude sino alegrarme por dos hechos:

Una etapa que me llegaba al corazón, Belorado-Pineda de la Sierra, un recorrido que varias veces suelo hacer, una etapa entre mi pueblo y el pueblo en que trabajé durante un año potenciando el desarrollo sostenible de toda la zona de la Sierra de la Demanda.  Y el ciclismo no es sino una forma más de potenciar los valores de una zona e impulsar su visita sin necesidad de dañar medioambientalmente lugares de importante valor paisajístico y natural.

Creo que la Vuelta a Burgos le debía una a esa subida. Varias cosas facilitan un final aquí, que el albergue es propiedad del organizador de la Vuelta, que la carretera de Pineda es una de las más transitadas no ya solo por los muchos cicloturistas que hay en Burgos sino por los profesionales que aquí entrenan, tanto por la carretera como por la vía verde del ferrocarril minero, ese que dejó a la luz los yacimientos de Atapuerca, (que la etapa pasa a apenas 3 Km) que es una zona usual de fin de semana de la gente de la capital y otras localidades, que el escenario natural es magnífico, y que la subida tiene bastante dureza, aunque no sea larga. El mayor problema es que ya hay otro final en alto cercano, Neila, y que la estación de esquí, si bien hay proyectos futuros, no está abierta.


Por otro lado me llevaba una alegría en lo que respecta a unir patrimonio y ciclismo al ver que en otra etapa iba a pasarse un tramo del adoquín del Monasterio de las Huelgas, aunque no se pasase por el Arco, evitando las zonas más peligrosas,  y se iba a pasar igualmente por Fernán González, un paso peatonal y adoquinado junto a varios monumentos, especialmente la Catedral, difícil de igualar en lo escénico, y más si hablamos de una CRE, siempre muy plásticas para cualquier fotografía. En ese sentido difícil pedir más. Luego hablaremos de otros aspectos y la polémica que trajo detrás, una vez escuchadas varias opiniones. Son dos calles que yo siempre soñé con ver pasar una competición profesional.

Paso por tanto a hacer un resumen y análisis de lo que ha acontecido y a precisar algunos aspectos que quizá no se han sabido analizar bien.

La primera etapa nos  dejo a un imperial Carlos Barbero venciendo en el teatro romano de Clunia y vistiéndose con el color morado de su tierra. El de Gamonal lleva un gran año al igual que todo el Caja Rural y ha hecho méritos no ya solo para estar en la Vuelta sino para tenerle muy en cuenta a la hora de confeccionar la lista de España para el mundial de Richmond. Otra vez muy bien unidos patrimonio y ciclismo pues la salida se produjo en el importante Monasterio de Silos y la etapa discurrió alrededor de los sabinares del Arlanza, espacio natural de gran importancia. 



Como ya he hablado en otras ocasiones de esas zonas, este año me centraré en las cosas novedosas.

La segunda etapa era la CRE que recorrería el centro histórico de la capital. 

Solicité acreditación para poder hacer un video de la crono. Cómo me muevo en bici y este es el más rápido medio de transporte para atajar por ciudad, tenía la posibilidad de hacer un video que cogiese diferentes puntos de la crono que complementase la realización.

Si bien, como es lógico, aunque no hubiese supuesto ningún peligro en mi caso, no se me permitía moverme por todos los puntos del interior del circuito, con lo cual aproveché mi conocimiento de la ciudad y que me defiendo con la bici para poder grabar al AG2R al mismo tiempo en las Huelgas y más tarde cuando pasasen por el Castillo, aprovechando que ellos debían ir y volver al polígono de Villalonquejar, y de esa forma grabar y editar un video en que se viese a los 11 equipos (uno en dos ocasiones) pasar por 6 puntos emblemáticos de la prueba  (3 de ellos dentro de la calle Fernán González)
 
El resultado, hecho con una pequeña cámara “go pro”, es este:


La verdad es que la realización y los comentarios de la TV local estuvieron a la altura y mostraron muy bien la ciudad, y debo felicitar a los comentaristas ya que cada vez entienden un poco más de ciclismo y se estudian la trayectoria de los diferentes corredores. En mi caso pude mostrar ángulos que la realización no podría abarcar, así como esos aspectos que se ven en un video, por malo que sea, y que una fotografía, por buena que sea, y las ha habido excelentes, no puede mostrar al ser una imagen fija. 

Por tanto creía que mi presencia podría aportar, y quiero agradecer a la organización, aunque no es la primera vez que estoy acreditado, su confianza. Hice lo que pude con lo que tuve a mi alcance y en base a eso estoy contento con el resultado.


¿CRE Burgos-Burgos, sí o no?

Ha habido cierta polémica respecto a esta etapa.

Una etapa así no es sencilla de organizar, exige aguantar quejas de vecinos, supone aumentar el riesgo de caída, cortar una ciudad durante casi tres horas, marcar bien las zonas de riesgo, poner protecciones, etc., si bien mi opinión es  que de vez en cuando sí merece la pena.

Pero independientemente de mi opinión sobre la etapa, o de la opinión de los aficionados, o la opinión del público más generalista, si se hace, y hay ciclistas compitiendo por zonas tan cargadas de Historia, por lugares tan especiales, con la plasticidad que intrínsecamente tiene una CRE, con esa unidad formada por varios individuos que forman parte de un todo, alargado, aerodinámicamente coordinado y conjuntado, con esos buzos y cascos propios de astronautas que dejan lo terrenal para irse más arriba, a ese arriba que las agujas de la Catedral apuntan, si eso sucede, debe ser aprovechado y convenientemente ilustrado, con letra e imágenes, y en ello se halla ahora este modesto blog.

Otra cosa es que por ello se deban dejar a parte otros aspectos. Voy a ir a las críticas que he leído o que me han dicho por parte de ciclistas profesionales, que en general han ido por aquí:


  • Sólo les ha faltado echar agua y jabón.
  • Esto es la Vuelta a Burgos (si fuese una carrera de gran importancia quizá merezca la pena asumir esos riesgos o estudiarse bien el trazado)
  • Debiera ser individual, las cronos por equipos ya son peligrosas de por si por el tipo de bici e ir en grupo.


Cuando conocí el trazado ya advertí de su dificultad, el día anterior les estuve contando a Landa y al ganador final Rein Taaramae, de la dificultad de la etapa. Realmente no estaba ya tanto la dificultad en los tramos empedrados, que pasaron mejor de lo que yo creía, sino en algunas curvas complicadas, otras más sencillas pero engañosas a las que se llegaría a gran velocidad, en algunas zonas de poca adherencia, en las subidas de acera (aunque fuesen subidas pequeñas) y en los objetos que había en medio de la calzada ( conchas del camino de Santiago, bolardos, canales, alcantarillas, esculturas tipo baldosa, etc. ), además de diferentes tipos de pavé, en ocasiones en no muy buen estado. 

No era muy largo el tramo del alto del Castillo a meta, apenas poco más de 3 km, pero es cierto que si bien podría haber sido mucho más complicado por el centro de Burgos, era un tanto tipo Gymkana, algo poco aconsejable en una CRE.

Pero igualmente creo que estudiándose bien el trazado y algunos equipos lo reconocieron tres veces antes de salir, y tomando ciertas precauciones, no debía haber mayores problemas para gente con la técnica y dominio de la bici de un ciclista profesional. Al final el problema es la velocidad con que se haga, y la valentía y la técnica han tenido siempre su premio en el ciclismo, guste o no, y la suerte ha influido, por mucho que siempre he pedido que la suerte juegue el menor papel posible. 

Tampoco se podía ganar mucho en esos 3 Km, las grandes diferencias se harían en las largas rectas con viento previas al Castillo.

De hecho tanto donde se cayó Landa como dónde se cayó Barbero, no eran zonas de especial peligrosidad. El primero fue en una curva que si uno no arriesga no hay mayor problema, y el segundo fue una zona que si bien había una pequeña acera y “cosas” por el suelo y era una zona que desliza más que el asfalto, fue una caída igualmente por arriesgar y la propia presión que como es lógico, Barbero se ponía al ir de líder en la ciudad en la que nació y vive.

Es cierto que la caída de Landa le puso en un segundo plano en la Vuelta a Burgos, pero por mucho que yo sea fan suyo ya se había quedado en el castillo tras el altísimo ritmo de sus compañeros en el llano, y digamos que su papel ha sido justo. Es cierto que Barbero se cayó, pero tampoco iba a salvar su liderato a pesar de la gran crono que hizo el equipo, y eso sí, una pena que en esa se cayese Arroyo, ya que hubiese dado más presencia a Caja Rural en las montañas, pero el ciclismo es así, podría haber pasado en cualquier otra etapa.



Vi como la organización señalizaba los puntos peligrosos y las “cosas” de la calzada y como en algunos sitios ponían bandas antideslizantes, como en la entrada a la calle Fernán González, un aspecto que yo al menos no había visto antes.
 
Evidentemente si yo fuese ciclista tendría la misma opinión, pero siendo de Burgos, siendo aficionado, y siendo un apasionado del ciclismo que implica estudiarse el recorrido, que implica más allá que entrenar, que implica llevar a los corredores al centro histórico y monumental de las ciudades, algo que muchos siempre hemos reinvindicado y que tan bien saben hacer en Italia, pues me parece normal. Tampoco fue sencilla una crono que hicieron en Roma al final de un Giro de Italiam en la que el líder, Menchov, se cayó. Los ciclistas, al final, viven de la publicidad y el fomento de las zonas dónde compiten.


hay centros históricos y centros históricos, y el de Burgos merece ser pasado más allá de salir etapas de la catedral y el Arco de Santa Maria, sin importancia deportiva, por su historia, y su monumentalidad.

Creo que se debe buscar el equilibrio entre la espectacularidad de un recorrido y su posible peligrosidad.

En este caso el paso por Huelgas, por el Castillo, por calle Fernán González y el final en la catedral está más que justificado, no hay muchas formas más de unirlo, de hecho creo que se cogió la más lógica, incluso la menos peligrosa, y el riesgo a asumir no me parece suficiente para que alguna vez no se haga. 

Foto elegida por la organización como más representativa, autor desconocido.

Posiblemente una crono individual hubiese sido mejor, pero una CRE es más espectacular en lo visual, y exige más a los directores y los propios ciclistas, y además, permite cerrar el tráfico en el centro de la ciudad una hora menos, con lo cual, si bien  todas las CRE las considero injustas de cara la general, hay veces que una corta CRE se puede entender por temas ajenos a lo deportivo, y en lo deportivo también es una especialidad que es difícil dominar y trabajar y que merece un premio a quien lo hace.

Muchas veces a algunos aficionados les parecen normales cosas propias de los gladiadores romanos o los organizadores ponen curvas peligrosas u objetos difíciles de salvar antes de un sprint masivo.

En resumen, una rotunda victoria de Astana, comandados por los croners de nivel mundial Luis León Sánchez y Rein Taaramae, y unas imágenes increíbles para el recuerdo, no exentas de algo de polémica, es lo que nos deja ésta crono.

Buena crono del Burgos BH, se nota que como dije, conocer el recorrido era importante.

Antes de proseguir quería hacer un análisis un poco más técnico de algunos tramos de pavé de la prueba. Los grandes amantes del ciclismo épico amamos los tramos de pavé, almenos verlos. El tramo empedrado de las Huelgas tenia solo 180 metros, si se hubiese cogido todo entero serían unos 420 metros.  El equipo que más rápido pasó por ahí fue el Astana, en torno a 14 segundos, y el más lento 16 segundos, es decir, unos 15 segundos, que vienen a ser algo menos de 45 Km a la hora.

Viendo la media y como iban por el asfalto, de haber sido asfalto normal, teniendo en cuenta que se entraba en una ligera curva, hubiese sido de unos 55 Km/h. Yo el dia siguiente pasé con mi bici, con cierto cuidado y tarde 27 segundos. Pero lo cierto es que para nada se puede comparar pues ellos no iban por el centro  de la calle como yo, dónde sí habia malos tramos de pavé, sino por la zona dónde normalemnte aparcan los coches, vetada normalmente a las bicis, dónde el pavé está mucho mejor compactado (color más blanco), como creo que se puede apreciar en esta foto:



Igualmente quiero decir que los equipos pasaban con sus finas ruedas por este tipo de pavé de la foto siguiente nada más pasar la catedral. En realidad intentan evitar los pequeños puntos tan malos, pero los equipos que vi pasaron sobre esa alcantarilla, y lo hacian a gran velocidad. Parece sencillo viéndolo por TV, pero puedo jurar que mi bici por ahi bota una barbaridad. Es cierto que a más velocidad menos se siente el pavé, pero un buen bache supone un riesgo importante.



La tercera etapa, la de las cuatro villas de Amaya, No me extenderé en ella esta vez, pero hay algunas cosas muy importantes que comentar:

Es una zona de viento, como la gran mayoría de la provincia de Burgos, aquí es uno de los sitios más expuestos, con páramos y poco arbolado, el viento ese día soplaba bastante y en toda la parte final soplaba en la dirección correcta para hacer abanicos, de costado favorable.. es decir, un infierno para la mayoría de corredores.

Y es que la Vuelta a Burgos no es solo una clásica a Neila; antes hay que lidiar con estas etapas, con carreteras estrechas, y chupar mucho viento, con lo cual los escaladores pueden llegar muy cansados a la montaña o con tiempo perdido.

Fuente. Vuelta a Burgos

Otra es que algún comentarista de la 8 dijo que una escapada solo llega si está permitida, como que esa opción no tenía lugar, y a falta de 5 Km y de ver que no  les recortaban casi nada y que había 40 segundos de ventaja aun insistía en que la fuga no llegaría. Como he dicho los comentaristas se han estudiado más los corredores este año, pero desde luego que fugas no permitidas a lo largo de la historia ha habido muchas que han llegado. 

Es cierto que aquí se dieron varias circunstancias que lo favorecieron, pero hay que estudiarse la dirección e intensidad del viento en cada tramo, que si es a favor ayuda mucho una escapada, aunque para entender eso quizá haya que andar habitualmente en bici. 

Para empezar aquí no había grandes equipazos con sprinters, por tanto una escapada de 4 lo tenía difícil pero no imposible para llegar desde un comienzo. 

Segundo, al producirse abanicos, muchos equipos perdieron unidades que podrían trabajar. 

Tercero, algunos equipos con hombres rápidos ya llevaban gente en la escapada. 

Los escapados estuvieron fuertes y ganaron, algo que se podía dar en las circunstancias que había en este etapa, otra cosa es si hay 3 superequipos con esprinters, que entonces aun con viento fuerte a favor les hubiesen cogido.

Muchos pagaron más tarde esta etapa, así que tuvo su incidencia tanto directa como indirecta para la general.

Cuarta etapa, Belorado-Valle del Sol (Pineda de la Sierra)

Una etapa vendida a la baja por la organización, pero que acumulaba cierto desnivel, además de carreteras estrechas, botosas, viento, etc… aparentemente la etapa tenía solo dos puertos de tercera, uno a mitad de la prueba y la subida final. 

Pero eran dos segundas y duros en ambos casos, especialmente Altotero, que muchas veces lo han puesto en Burgos de primera. Además podrían haber puntuado el alto de La Loma, de salida, dónde se fraguó la escapada del día, y el alto del Matorro, no muy lejos de la meta…a lo que unir varios repechos de entidad. Una etapa que tocaba diferentes paisajes y comarcas de la provincia. 

Sobre Belorado ya he escrito bastante otras veces, un lujo volver a tener de nuevo en la salida grandes nombres del pelotón mundial con un gran palmarés, aunque no sea la lluvia de estrellas que hubo hace un año en la Vuelta, algo muy difícil de repetir incluso si alguna vez Belorado volviese a ser salida de la Vuelta, cosa realmente difícil. Tampoco es tan fácil que lo sea de la Vuelta a Burgos, pero eso ya no es tan raro. 



La etapa recorría los páramos yesíferos de la Loma, el fértil granero de la Bureba, el puerto de paso más duro de Burgos, Altotero, todo un homenaje a alguien que tanto nos enseño de patrimonio natural, Félix Rodríguez de la Fuente, una localidad con mucho que enseñar, Poza de la Sal, y a través de carreteras estrechas, mayormente con viento a favor o de costado, pasando por Cernégula, Monasterio de Rodilla y  San Juan de Ortega, un ingeniero que tanto aportó al camino de Santiago, acercare a la Sierra por una carretera, la de los pantanos,  transitada por ciclistas, en la que el Burgos-BH suele entrenar, y a la que LLuis Más, que fue corredor del equipo local, quiso rendir un merecido homenaje, por lo mucho que ha entrenado en ella, y aprovechando el repecho del pantano de Arlanzón, y el curveo rodeando el pantano posterior, se dejó ver. Buen gesto del que sería a la postre ganador de las metas volantes. 

Y llegar a los pies del Mencilla, de la Concha de Pineda, de origen glacial,  una subida con unas vistas magnificas en sus primeras rampas del bellísimo caserío serrano de Pineda, dominado por el románico de la Iglesia de San Esteban, del valle alto del Arlanzón y de toda la parte occidental de la Sierra de la Demanda, con el pico San Millán, el más alto de Burgos (2132 m) como punto culminante, y espectaculares en su parte final, especialmente en otoño, con esos hayedos teñidos de ocre y dorado, interrumpidos por el verde de milenarios tejos. 

Pico Mencilla (1931 m) y Concha de Pineda, justo sobre la meta.


Una subida que hizo más diferencias de las que algunos creían, y que finalmente fue para una gran promesa, el colombiano Miguel Angel López, Superlopez.

Habia bastante gente en la subida para ser viernes, muchos subimos desde lejos en bici.

Sobre la etapa de Neila ya se ha dicho todo, Dani Moreno, un castellano, ha ganado al fín en una de las cimas míticas del ciclismo castellano, Neila. Un sueño que perseguía hace tiempo y ya son cuatro las etapas que ha ganado en la ronda burgalesa, además de la general. El madrileño es ya toda una referencia de cara a esta prueba.


Taaramae es un merecido ganador de la Vuelta, ha estado muy fuente de principio a fin, se le veía alegre, sin tensión, divirtiéndose, inspirado, tanto dentro como fuera de la carrera. Tiene un buen palmarés que va a seguir engordando con esta victoria, un ciclista muy completo al que el viento y al tensión del llano no han desgastado como a otros.  

Astana traía el mejor equipo a esta ronda, y ha sido el gran triunfadorm ayudado por una CRE en la que hubo mucho viento. Aunque quien iba a ser su líder, Landa, no está en su mejor forma y la caída en la crono le dejó en posición de gregario. En todo caso en un final tipo clásica que no le va mucho, Clunia, fue décimo.

Creo que si la crono hubiese sido individual, hubiese sido más justo y reñido, pero seguramente el ganador final hubiese sido el mismo, aunque el resto podía haber cambiado bastante.



Una Vuelta que en lo que a unir Patrimonio y ciclismo y mostrar los valores de la provincia, se le puede dar un sobresaliente, en lo deportivo, se puede mejorar, pero ha dejado buenos momentos y todas las etapas han sido intensas y bonitas, así que sólo queda felicitar a la organización y desearles suerte en su intento de ser una carrera World Tour, algo difícil.