Quiero dejar claro para todos
aquellos que duden si probar un año con el GPCC que mi experiencia este año no
puede ser tomada de referencia, si bien no por ello voy a cambiar o no dar tal
y como fueron mis impresiones.
Como he hecho todos los años hasta
ahora, tanto quedadas informales como marchas, he participado , y con la misma
ilusión que otros años he entrenado.
Como siempre me gusta premiar el
esfuerzo de los organizadores y apoyar ideas como estas que traten de unir
ciclismo y patrimonio buscando la esencia del ciclismo épico y el verdadero cicloturismo,
así como el hecho de que la organización nos perdonara la inscripción el primer
año a los que fuimos pioneros. Este año he podido conocer otro tipo de
organizaciones que con muchos más medios van muy a la zaga. Así que escribo
esto para que la organización, por lo que le pueda ser de utilidad, y todo
aquel que le interese conozca mis impresiones.
No llevaba menos Km que la pasada
temporada, más bien al contrario, en mi caso muy pocos, nunca llego a los 2000
antes del día de la marcha, pero si es cierto que este año por diversas circunstancias
muchos de esos Km fueron en salidas más cortas y acompañado, a veces de paseo.
Eso no quita que hiciese próximo a la fecha mis dos o tres entrenamientos de
calidad para coger el fondo suficiente y fuí con un entrenamiento largo casi
calcado y de similar media que el año anterior, con lo cual en teoría llegaba
igual, tampoco mejor, que este año hubiese sido necesario.
Esta vez las predicciones daban
viento en la misma dirección, pero un poco menos que el pasado y sin lluvia, ni
excesivo calor del que a veces hay por esa zona, y además más participantes, con
lo cual creí que si bien el recorrido era un poco más duro, mi preparación era
de sobra, pues el año anterior aun con la lluvia y el barro y algún imprevisto
me sobró bastante tiempo.
Pero no fue así y por vez primera
que me apunto a una marcha abandoné, no solo no iba a llegar en tiempo sino que
ya bastante antes había hecho crack y apenas podía dar pedales.
Y en esto hay una parte debida a la
marcha en sí, que este año fue más dura, y otra que respecta a mí, diversas
pequeñas circunstancias que se fueron sumando y que me impidieron rendir mejor,
y que en muchos casos fueron simplemente mala suerte o que es de esos días que
uno no sabe bien por qué, le salen a uno cruzado, como indica el título de mi
entrada.
En principio mi novia vendría
conmigo y así aprovecharía la visita al museo del pan que los organizadores
habían programado para los acompañantes y haría algunas fotos del evento.
Finalmente por temas de trabajo no pillaba muy bien y al final vine solo y
decidí a última hora ir desde su piso en Burgos y no dormir en Medina, ya que
el año anterior por el calor de la habitación que me tocó y los nervios no
dormí nada y pensé que no era tan importante. Me levanté con tiempo, sin dormir
mucho, pero algo sí, había que llegar a las 7 y media a Medina, y por apurar la
batería del móvil me lo dejé enchufado en la cocina. El caso es que me di
cuenta a los 10 Km y tuve que volver, pero eso ya me hizo ir deprisa y con
cierta tensión.
Llegue a tiempo para coger el
dorsal, pero al ir a ponerlo me corté con la tijera, lo cual me retrasó un
poco, y justo cuando voy a la salida debía ir al baño, y tuve que ir al polideportivo,
fui con prisas y al ir a beber agua, el suelo estaba lleno de agua al ser una
zona de duchas, resbale con las zapatillas ciclistas y me di un fuerte golpe en
el pecho contra el suelo, que en todo caso no di mucha importancia al
principio. Hice toda la prueba con ese dolor, y una semana más tarde como lejos
de pasárseme iba quizá a más, fui a la médica que me mando de urgencias a
Burgos y me hicieron unas radiografías. Tenía un hematoma y ya, nada
importante, me recetaron ibuprofeno y que no forzase esa zona, y el ibuprofeno
no lo tomé como me dijeron pero lo use varios días para dormir porque sí, hasta
hoy mismo me ha estado molestando, justo un mes, como me dijo la médica que me
estaría doliendo (aunque yo creía que exageraba)…así que es una primera cosa que
quizá me pudo influir ya que me molestaba al presionar la mano izquierda al manillar,
sobre todo al levantarme. Y bueno, todo golpe se paga.
Bueno, pues llegue a tiempo ya que
se salió con dos minutos de retraso, aunque salí de los últimos.
El viento de costado favorable
pronto empezó a cortar la cosa… Sabía que la marcha iba neutralizada, pero no
muy bien como, ya que este año no había oído el discurso de Victor, así que dudaba entre apretar para coger al
pelotón y así ir aunque a buen ritmo subiendo, más protegido. o quedarme en un
gruppeto trasero y evitar darme el calentón, pero al final más tiempo dando
pedales y menos protegido. Al final ni una cosa ni otra, pero cuando al fin
cojo al grupo, pues empiezan bajada que al ser neutralizadas se iba muy despacio
y los lugares que yo tengo para remontar no podía usarlos, así que para mí era
como si la marcha tuviese 5 km más si me frenan en los descensos.
Al final se paró para unificarnos a
todos y estuvimos un buen rato parados. La verdad es que a mi juicio la Guardia
Civil en esto hace las cosas muy mal, debieran entender que una bici corre
mucho más bajando que subiendo al menos y que si quieren que no se desperdigue,
que vayan un poco mas despacio subiendo y más deprisa bajando pq sino se
retrasa mucho la marcha y así no habría que parar.
Al final ya nos soltaron, la cosa
empezó a disgregarse, y llegamos al primer avituallamiento. Aquí había aquarius,
pero yo por la mañana lo que quiero es cafeína para ir despertando ya que aun
no hacía calor, así que no cogí. Comí de una sabrosa sandia y poco más, cogí líquidos y tire para adelante. Llega el
primer tramo de “sterrato”, una novedad, “Las Bodegas”. Parecía recién echada
una capa, así que era todo piedra suelta, nada más entrar mi fina rueda se me
clavó y me costó aguantar el equilibrio. Más tarde ya estaba mejor pero como se
ve en el video fui muy cuadrado mientras veía que me pasaban como aviones,
especialmente el leones “Visko” y su hermano que llevaban bicis antiguas, pero
con unas ruedas mucho más apropiada para ese terreno que las mías; 800 metros
que se me hiceron eternos.
Autor, Carmelo (Torres de Asfalto). Servidor en el tramo de las bodegas |
Pasado ese tramo me vi con un grupo
de gente bastante buena, e intenté aguantar con ellos al ser un terreno más
bien favorable y así ir ganando tiempo.
Llegamos al segundo tramo de sterrato,
el de Corcos, esta vez ya una sirga, en el Canal. Lo disfrute tanto como el año
pasado, y uno de mis objetivos al llevar por vez primera una cámara más o menos
“go pro” era el poder grabar en estos tramos a gran velocidad. Estaba en buen estado, si bien se notaba la
sequia respecto al año anterior, y el suelo tenía algo más piedra suelta. Pero
aun así con mi bici se podía correr, además aquí el viento ayudaba, si bien este
año nunca realmente ayudó del todo, siempre parecía dar algo de costado en el
mejor de los casos.
Salí y creo que iba con otros tres,
es difícil situar donde va uno, ya que creo que hay gente que no paró en el
primer avituallamiento, pero yo debía ir aun bastante delante.
Llevaba un tiempo que el pie me
bailaba, como si la cala no fuese bien, e igualmente me fallaba algo la manilla
donde va el freno y no me dejaba levantarme bien, quizá porque al no poder
hacer fuerza con la izquierda por mi caída, hacia toda con la derecha y lo
forcé.
Al final, en el repecho de Cubillas
de Santa Marta mi cala se quedó con solo un tornillo y no podía ni dar pedales
ni sacarla. Gracias a la ayuda de gente, como se ve en el video, pude
solucionarlo, aunque tampoco llevaba luego la posición del pie más adecuada.
Así que de ahí hasta el
avituallamiento de Dueñas fui con la maneta del freno suelta, el pie en mala
postura y encima, un problema que desde
que tengo sillín nuevo me pasa cada x tiempo, el sillín flojo que se me fue
hacia atrás. Vamos, que fui varios Km, y encima con varios repechos, biomecánicamente
hecho unos zorros, y ya antes no pedaleaba bien con la cala. Eso sí, yo hasta
ahora, y sigo cruzando los dedos, en 6 años nunca he pinchado en el Canal.
Atravesamos el tramo de tierra del
Castillo de Corcos, bonito, y después casi nos perdemos, pero conocía el
trazado y ya dije que no íbamos bien, subimos los repechos, muro, corto sterrato, los páramos,
ayudados algo por el viento y así hasta la larga bajada a Dueñas, paso por su
Arco medieval y avituallamiento dónde dos chicos hicieron un gran trabajo con
mi bici, yo me ajuste la cala, y tampoco me la deje del todo bien, pero bueno.
El pastel de manzana, que el año anterior no le probé, como bien dijeron,
delicioso. Excelente todo el avituallamiento, pero como tenía el día cruzado,
ahora que empezaba a hacer calor y ya quería pasar de la cola y centrarme en el aquarius, ya no había.
La bebida estaba fresca, pero el sol daba de continuo y en unos 15 minutos se
calentaba, cuando entre avituallamiento y avituallamiento hay en torno a una
hora (no es un reproche a la organización que bastante hace teniendo bebida
fría, además vi que hay gustos para todo, pero si es una realidad) Y bueno, yo
soy de los que si no voy refrigerado, y da el sol aunque no haga un calor
excesivo, no voy.
Salí pero como iba grabando, quería
hacer la subida dura, ese corto repecho que llegará hasta un 20 % en hormigón
rayado, con gente, pues espere un par de minutos. Con esta cámara salen mejores
videos y se puede ir a toda velocidad grabando, pero también cuesta más ponerla
y quitarla y a veces los sitios que mas quieres grabar no salen por tocar un botón
sin querer como me pasó tanto en el Arco de Dueñas como en el foso del Castillo
de Ampudia, una pena.
Bueno, pues pude grabar eso, pero
en la bajada otro infortunio, cuando iba todo lanzado debí frenar ya que se me
cayó el cuentakilómetros, así que esfuerzo añadido y tiempo perdido. Pequeñas
cosas que todas van sumando.
Subir en bici el repecho de “Soto
de Albures” imposible, demasiada piedra suelta para mi bici, pero todo este
tramo de Canal de Dueñas a Palencia no le vi en peor estado que el año
anterior, tampoco mejor, lo que si note diferencia es que el viento se notaba y
sobre todo al final hacia más dura la marcha, cuando se supone que más o menos
el viento iba a ser en la misma dirección.
Esta vez sí pude grabar los baches
de la parte final de ese tramo, pero se podía andar rápido por ahí, con cierta
técnica, eso sí. Poco antes vi a Fran que iba a pie, uno de los participantes míticos,
que junto a mi había salido en todas las marchas y quedadas. Éramos los dos
únicos, y a diferencia mía terminó todos, pero esta vez, no terminamos ninguno
de los dos, una ciada que no fue su culpa, le evito terminar, pues tenía la
muñeca dañada, le pregunté qué pasaba pero más tarde me dijo que no me oyó. Al
menos en Palencia le dije a Víctor que venía andando y no demasiado lejos y en
meta tras comer le di un ibuprofeno.
En la Dársena de Palencia, otro
tramo añadido respecto al pasado año, que yo conocía bien de otras veces y de que viví en
Palencia siete meses, quise grabar un tramo a “gran” velocidad, pues ahí el
piso está bien y se puede. Como siempre estaba precioso. Quizá yo ya no estaba
para esos trotes, pero aunque ya notaba fatiga muscular, no era muy consciente
y merecía la pena apretar para el video. De nuevo en Palencia no había aquarius
(siempre justo se acababa de terminar), y eso ya iba a ser un problema para mí.
Ahora ya hacía calor de verdad (aunque no la ola de calor que se vivió días
antes en toda España).
Al salir, las piernas pesaban por
el plácido sentido contrario de la Dársena palentina, donde los árboles se
miraban al espejo en las calmadas aguas del Canal, y el juego de sombras y
luces, junto a los ánades reales que se adueñaban del lugar, y los campos
violetas de lavanda que adornaban al otro lado parecían un oasis de paz y
disfrute en medio de un desierto de esfuerzo que ya se dejaba notar tras el
pequeño parón. Era solo un espejismo, salir a la carretera fue enfrentarse a
toda la fuerza de Eolo justo en la dirección apuesta en que este soplaba, y así
seria por muchos Km, hasta el final, con muy leves excepciones que no daría totalmente
frontal.
Había que subir del valle al páramo
a través del Alto de Autilla, lo cual con ese viento era como el pasado año una
odisea. EI cuenta kms me decía que iba un pelín más rápido que el año anterior,
quizá porque iba a rueda de tres, pero mis sensaciones eran si cabe peores. Este
año el avituallamiento estaba abajo, un lugar más apropiado y bonito, en vez de
arriba, un lugar poco apropiado, pero a nivel deportivo lo hubiese preferido
arriba, así hubiese subido con el bidón menos lleno y sin el parón. La dársena
de Palencia es muy bonita, no es larga, da la sombra, tiene un buen piso (aunque no deja de ser
tierra), pero aunque no lo parezca endurece
la prueba, por añadir 3 km de tierra y por ser el avituallamiento abajo.
Una vez se corona no hay descanso,
toca lidiar en el llano con la enorme fuerza del viento, que parecía mucho más
fuerte que lo que las predicciones habían dado, y si, por lo que pude luego
informarme, así era, incluso mas fuerte que el año anterior.
El ritmo del grupito no era muy
rápido, pero con ese viento era exigente, y si me quedaba, iría como mucho la
mitad de rápido, así que uno no abe que hacer, iba bastante al límite y la parte
de arriba del muslo me dolía y empezaba a tener calambres (además del pecho
claro, que me dolió todo el tiempo). Vi a alguien bebiendo en una fuente, en
Santa Marina del Alcor, dudé si parar, pero al final, y fue un error, no lo
hice, no quería abandonar mi grupito.
Sabía que cuando llegase la nueva
cota de los molinos, que sin conocerla in situ sabia que tenia rampas duras, iba
a petar malamente, y así fue, cuando paré tenia calambres que no me permitían
ni siquiera anda , ni sentarme, ni siquiera estar del todo de pie, estuve un
poco flexionado un rato, por suerte no llegaron a ser tan fuertes como para
dejarme tirado en el suelo con un gran dolor, cosa que ya me pasó una vez. Una
pena no poder parar en sombra, en breve pude reanudar la marcha a pie, mientras
veía como otros iban pasando y perdía tiempo. Aun no daba por imposible
terminar, si bien era consciente de que era lo más probable, siempre y cuando
tras avituallarme en Ampudia me sintiese bien y pudiese coger un grupito para
hacer unos Km acompañado. ¡Pero buff!, el tramo de sterrato entre
aerogeneradores eólicos se hacía interminable, mi boca estaba seca y mis
piernas iban malamente, los molinos parecían gigantes que esta vez a diferencia
de a Don Quijote, me habían derrotado. Por si fuera poco la carretera asfaltada
de bajada a Ampudia obligaba a frenar y a coger bien el manillar, pues era muy
botosa y lo noté bastante en mi pecho dolorido… Llegue al avituallamiento sin
mucho que ofrecer sobre la bici, pero con la esperanza de reponerme y poder
seguir. Ya no había tiempo con este viento de llegar en hora, pero si al menos
terminar sin mucho tiempo perdido, pues en el avituallameinto había unos cuantos y por detrás venían más.
Así que había que intentarlo, aquí
ya pude beber aquarius, comí bien y a ver que pasaba…No venia nadie así que pare
a mear antes del pavé del Castillo, y cuando venían dos participantes, un vehículo había
tapado la flecha y no sabían por dónde ir, les indiqué y arranqué, me puse a
grabar, pero algo hice mal ya que justo antes de pasar el Castillo vi luego que
no se grabó todo.
Pasé el siguiente sterrato, a ratos
en mal estado, en compañía, y al salir a la carretera, poco más adante, en un
leve repecho vi que no tenía piernas, no había otra opción, quedaban 30 Km en
su mayor parte de sterrato y con tramos de mucho viento y era imposible, incluso
me costó hacer los dos Km de vuelta a Ampudia que se suponen eran viento más
bien a favor. Con esos 2 km hice 140 km en total.
Allí el bus escoba se acababa de
ir, pero volvieron a por mí, la bici se la llevaron antes en un remolque junto
a varias más. Así que bueno, como lado positivo pude ver como se vive desde la organización
el final de prueba y como finalmente debieron quitar el dorsal a los últimos ya
que protección civil ya no podía estar más tiempos, algunos abandonaron y otros
siguieron por la carretera en vez de por al Canal hasta meta.
También pudimos ver desde el
minibús de pleno una boda que ese día se celebraba en el Castillo de Ampudia,
la típica boda llena de pamelas y glamour.
Días así uno se da cuenta del
merito de acabar otras veces y es cuando se valora lo duro de este deporte y
que “el Canal”, si bien es un ambiente cicloturista y no competitivo, y se adapta
bien a mis características actuales, es una prueba como ya se advierte en la
web, exigente que implica llegar en buena forma y tener un buen día sin muchos
factores en contra.
Cuando Víctor me preguntó por qué
este año se había hecho más duro, cuando en teoría no debiera ser así, tampoco sabía
bien que contestar, pero ahora viendo en perspectiva haré una lista de factores
que creo jugaron al menos en mi caso en contra, como ya he dicho tanto ajenos
al Canal como de la prueba en sí, respecto a los dos años anteriores,
especialmente a 2014 ya que el recorrido era casi el mismo, si bien en general
ya les he mencionado.
El primero es que no era el mismo
recorrido, Visko me dijo que en 2014 le salieron 162 Km y que este 168.
Y no es que fuese solo más largo
sino que había bastante mas sterrato, y debido a la sequía, en peor estado, y
también había más desnivel al añadir la cota de los Molinos.
El recorrido por tanto de por si era
más duro, no un “pelín” más duro, sino apreciablemente más duro, con las mismas
8 horas de tiempo bruto para hacerlo, contando parones y demás.
El segundo es que el viento fue incluso
más fuerte y aunque la dirección fue muy similar, molestó más en algunos tramos
respecto al año anterior. En todo caso el viento no fue muy diferente al año
anterior que también fue duro y me cuesta creer que como algunos dijeron fuese
el factor fundamental, aunque yo lo sentí como muy fuerte, tanto como la
primera edición donde casi te tiraba de la bici, pero no me puedo fiar del todo
de mis impresiones este año al tener el día cruzado.
El calor y el sol, 20 grados y
nublado era mucho mejor que 32 grados de máxima (a la sombra) y con sol, al
menos hasta llegar a Ampudia, luego ya el año pasado con la lluvia el final si
se hizo duro, pero había fuerzas para terminar.
No pillé aquarius hasta el final,
así que unido a lo anterior, hacia que con agua o coca cola caliente poco más
tarde de los avituallamientos pues no terminase de carburar, llevo mucho mejor
el frío siempre y cuando no me congele los pies.
Es cierto que la edición de 230 Km
también hizo un calor similar, pero diría que hubo algunas zonas mas sombrías
de canal. Había mas km, pero también 12 horas para hacerlo y sin neutralizar al
comienzo. Se podía terminar con menos media. ( y para esa kilometrada me
preparé más el fondo, obviamente).
Luego bueno, todas las cosas que me
pasaron: problemas con la bici, la posición, el dolor del pecho por el golpe
que llevaba,… cosillas que fui acumulando y que a vece tuvieron un efecto
sinérgico para otra.
El llevar la cámara, es poca cosa
pero es un peso más y menos aerodinámica, que con este viento todo se nota.
Paradas que "por a o por b" tuve que
hacer y me retrasaron, que ya he comentado.
Diría que este año el nivel de la
prueba era un poco superior a otras veces, se vio gente bastante preparada,
aunque había de todo.
En resumidas cuentas, día que empecé
y terminé cruzado, pero que aunque disfruté menos que otros años, igualmente
tuve muchos ratos para disfrutar del recorrido, de la esencia de la prueba, de conocer
gente y charlar, y espero que el vídeo
sirva a algunos participantes para verse, para mostrar como es el sterrato del
canal y como circulamos por él ahora que ya puedo grabar con las dos manos en
el manillar, para ver la buena organización, y como son las novedades del
recorrido.
Debo decir que independientemente
de mis impresiones y que habrá de todo, la gran mayoría de comentarios que oí
fueron buenos, y la gente nueva quedo agradada, aunque en general todos coincidían
en que se hizo duro sobre todo por el viento.
Me duele no haber terminado para
poder mostrar el tramo de sterrato final, él más bonito.
Incluso para editar el vídeo me
salió todo bastante cruzado, tenia 52 minutos de vídeo y no era fácil
seleccionar, y el programa no ha dejado
de darme problemas, así que unido a al fechas y otros compromisos ha retrasado un poco u publicación.
Al volver, muy cerca de por donde
pasa la prueba, me lleve una alegría ya que pude ver un grupo de avutardas
sobrevolando la carretera que se posaron cerca en un barbecho y paré para ver
con los prismáticos. Todo un placer ver a esas enormes aves, las más pesadas
que pueden volar y que son aves típicas y protegidas de estas estepas.
Mucho más no puedo añadir en esta
ocasión, como ya he dicho no se puede tomar mi experiencia de referencia, es
una prueba exigente que con buenas piernas se puede disfrutar, aunque no hace
falta ser ningún portento de la bici para terminarlo, como prueba que la
edición de 230 Km, con un enorme viento, la terminó un señor de 72 años (aunque
es un portento, claro está, nos entendemos). Es una prueba que exige tener
fondo, eso sí.
Si otro año estoy preparado espero
volver, aunque como siempre, hay que estudiar diversas cosas, y puedo tener
otros compromisos o motivaciones para esas fechas.
Normalmente Junio y primeros de
Julio es cuando mejor me pilla para entrenamientos largos, lo cual me influye
en participar, aunque no tanto como me gustaría.
Un saludo y enhorabuena todos los
que pudisteis terminar en tiempo esta y a los demás por intentarlo.
Este es el video que pude grabar:
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