Landscape from the finish, Parador Nacional de Turismo de Cervera de Pisuerga |
La mayoría de los osos pardos de la
población oriental cantábrica se encuentran en Fuentes Carrionas, norte de Palencia.
Este parque natural va a ser atravesado por el pelotón en esta etapa de una punta
a la otra, en la denominada carretera de los pantanos. Una etapa marcada por
una buena altitud, pero con un recorrido más de clásica de las Ardenas que se disputan
estos días en Bélgica, que de verdadera montaña, y con el único puerto de cierta dureza del día, a mitad de etapa, en tierras leonesas.
La Vuelta a Castilla y León 2013
volvía a estar un año más marcada por la crisis. A punto de no celebrarse, se
veía relegada a solo tres días y con una participación lejana a la que tuvo
hace apenas tres años, con los mejores ciclistas del mundo en las primeras
posiciones.
Sin embargo, no por ello no
dejaría de haber grandes ciclistas y futuras promesas, con dos equipos de
máximo nivel: Movistar y Euskaltel,
otros locales que presentan aquí sus equipos de gala, como Caja Rural
(con nombres como Txurruka y Fraile que vienen de brillar en Pais Vasco),
Euskadi o Burgos, el buen equipo francés Sojaun, y una serie de equipos
exóticos de gran variedad de países: USA, Grecia, Rusia, Colombia, etc…en los
que corre algún ilustre español.
Mi padre nació cerca del pueblo
de la salida: Aguilar de Campoo. La villa galletera que vio hacerse ciclista a uno de
los grandes del ciclismo español de todos los tiempos: Alberto Fernández. Una
Villa que recientemente ya acogió una etapa de la Vuelta a España.
Es por ello y por la falta de
cobertura televisiva por lo que me decidí a acercarme y grabar con mis modestos medios unos momentos de
carrera que complementan bien al resumen que se emitió en TV de la prueba y que se puede
ver aquí:
El día siguiente, ya en el pueblo
de mi padre, en un paseo por el monte siguiendo el rastro las huellas de un
lobo, oí a un “pico relincha”, como lo denominan allí, un pájaro carpintero, un pico picapinos (Dendrocopos major), pájaro loco, de ahí le
viene el nombre al cantante Loquillo, del cual el ganador Rubén Plaza es un
ferviente seguidor.
Y Plaza volvió a relinchar, ese
sonido de estas aves contra la madera, a clavar su pico en la meta, tras cuatro años
de sequía, dos de ellos por los problemas derivados de una caída. Una alegría
pues siempre oí del gran motor de Rubén, que acompaña a su fenomenal planta de
ciclista.
El Parador Nacional de Turismo de
Cervera, sirvió de meta, una subida de 2,5 km, que realicé ese mismo día, no
especialmente exigente, siempre en torno al 7 %, con los últimos metros prácticamente llanos,
pero que se hacía dura por el viento. Un marco incomparable por su belleza.
Mención especial para el corredor
burgalés y gran promesa, actualmente en las filas del Euskadi, Carlos Barbero,
tercero en esta etapa y tercero en la general final.
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